lunes, 11 de diciembre de 2006

Una "comedia" para llorar

Brian De Palma, el hombre que crea obras maestras y bodrios monumentales, nos trae una comedia mediocre, simplista, llena de clichés, bromas tontas y de poca gracia, personajes superficiales y poco agraciados, y un largo (¡larguísimo!) etcétera. Esta desdichada película se hace llamar Una familia de locos, un título que de por sí ya es poco sugerente, pero aún lo es más cuando la película ya va encarrilada. ¡Y suerte que ésta es la cinta que devolvió al director las "cualidades" y su "estilo inicial"!

El argumento empieza con un Kirk Douglas que explica una terapia que consiste en enfocar la vida como si fuera una película. A continuación nos aparece un muchacho marginado familiarmente. Su padre se entiende con la enfermera de su consulta. La madre quiere el divorcio. El hijo mayor, neurótico hasta la médula, quiere casarse con una ex-prostituta, y ésta es ventrilocua y habla con un conejo de peluche. No coment.

De los aspectos técnicos... parece una serie B (por no decir Z). Sólo se salva la música de Pino Donaggio que personalmente me recuerda mucho a la BSO de Carrie. Como en tantas otras ocasiones (¡infinitas!), las expectativas fallan, deprimen y te hacen sentir que has malgastado un preciado tiempo viendo un bodrio. Gracias a Dios que sólo dura 1 hora y 20 minutos.

Quizás he sido un poco agresivo, pero... tenía ganas de despotricar hasta la saciedad una película. Que descanso. En esta ocasión, no pongo ni frase.

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